Marco Asensio, un ganador de la Champions League en tres ocasiones, demostró una vez más su temple al llevar al Aston Villa al borde de los cuartos de final, causando más miseria al Club Brugge. El entrenador de Villa, Unai Emery, que había estado bajo creciente presión, respiró aliviado cuando la brillantez de Asensio cambió el rumbo en un partido que se estaba volviendo cada vez más tenso.
La presencia de Asensio, junto con su compañero Ollie Watkins, pareció desconcertar a Brandon Mechele del Brugge, lo que le llevó a enviar inadvertidamente un centro de Morgan Rogers a su propia portería. La situación empeoró para Brugge cuando Christos Tzolis fue penalizado por una entrada torpe sobre Matty Cash, lo que permitió a Asensio convertir el penalti resultante más allá del portero del Brugge, Simon Mignolet. A pesar de tener dificultades en las primeras etapas de su regreso a Bélgica, Villa logró asegurar una ventaja de dos goles, preparándose con una ventaja significativa antes del partido de vuelta programado para el próximo miércoles.
Este partido marcó un regreso significativo para Tyrone Mings de Villa, quien tuvo un encuentro controvertido con Brugge durante su enfrentamiento en fase de liga en noviembre. Mings entregó inadvertidamente un penalti a Brugge tras manejar el balón de manera errónea, creyendo que el juego no se había reiniciado después de un saque de meta de Emiliano Martínez. El penalti resultante, convertido por Hans Vanaken, selló el partido a favor de Brugge.
La inclusión de Mings en el once inicial de Villa fue recibida con vítores por parte de los aficionados locales, pero él tuvo la última risa. Axel Disasi, cedido por el Chelsea, fue trasladado a la posición de lateral derecho en una reestructuración defensiva por parte de Emery, permitiendo que Ezri Konsa se asociara con Mings en el centro.
El partido comenzó con Villa tomando la delantera a solo 136 segundos, sorprendiendo a la multitud en el envejecido estadio en las afueras de la pintoresca Brujas. Mings desempeñó un papel clave, cabeceando un tiro libre de Youri Tielemans hacia Leon Bailey, quien rápidamente se lanzó hacia el punto de penalti y disparó un volea con la pierna izquierda a la red.
Sin embargo, la ventaja de Villa fue efímera. En el minuto 12, Raphael Onyedika asistió a Maxim De Cuyper con un pase por encima de Disasi, lo que permitió a De Cuyper igualar con un tiro tranquilo, aunque poco notable. La frustración de Emery era palpable mientras Tielemans perdía la posesión de manera barata, lo que llevó a un segundo intento a puerta por parte de Tzolis. La decisión de Emery de calentar a Cash, quien había estado ausente desde la victoria de Villa sobre Chelsea, parecía justificada.
La primera mitad llegó a su fin con Lucas Digne perdiendo el balón bajo la presión de Ferran Jutglà, y Martínez evitando por poco que Brugge tomara la delantera al salvar el esfuerzo de Chemsdine Talbi en el segundo palo. La victoria de Aston Villa, a pesar de los tropiezos iniciales, demostró su resiliencia y subrayó la importancia de jugadores clave como Asensio y Mings. A medida que se intensifica la anticipación por el partido de vuelta del próximo miércoles, Aston Villa sin duda buscará aprovechar su ventaja de dos goles para asegurar un lugar en los cuartos de final.