En un giro dramático de los acontecimientos, la racha invicta del Everton, que ahora se extiende a siete partidos de liga, se mantuvo firme, a pesar de que el delantero portugués Beto no pudo convertir ninguna de sus tres magníficas oportunidades contra Mark Flekken del Brentford. El resurgimiento del equipo bajo el liderazgo de David Moyes permaneció intacto, ya que lograron su tercer empate en cuatro salidas.
El verdadero héroe del partido fue Jake O’Brien, de 23 años, quien ha visto un aumento bajo el régimen de Moyes. O’Brien se hizo cargo, anotando su primer gol para el equipo, salvando el día después de que Yoane Wissa había puesto al Brentford por delante durante la primera mitad. Esta intervención oportuna llega en medio de una ola de positividad para el Everton que, habiendo estado a solo un punto del descenso cuando Moyes asumió, ahora se encuentra cómodamente 15 puntos por delante, con los temores de descenso desvaneciéndose en el espejo retrovisor.
Por otro lado, la sequía de victorias en casa del Brentford continúa, con este empate asegurando al menos un intervalo de tres meses entre su última victoria en casa y la siguiente. Mientras algunos pueden señalar hacia su dura oposición y ocasional mala suerte, el entrenador Thomas Frank se mantiene optimista. Cree que si Keane Lewis-Potter hubiera capitalizado el sublime pase en reversa de Mikkel Damsgaard en el minuto 70, el juego habría sido suyo. El gol de Wissa, aunque entregado desde una posición de fuera de juego, fue un testimonio de su potencial.
Ambos entrenadores tuvieron sus opiniones sobre el resultado. Frank afirmó que el empate era un reflejo justo del partido y creyó que su equipo tuvo la ventaja en la segunda mitad. Moyes, por el contrario, expresó su decepción por no haber conseguido los tres puntos y elogió la fantástica actuación de su equipo en la segunda mitad. Con una mejor definición, el Everton podría haber saboreado la victoria.
La falta de toque goleador de Beto fue evidente en el minuto 39 cuando no logró elevar el balón por encima de Flekken después de ser enviado claro a gol por el resbalón de Ethan Pinnock. El delantero portugués tuvo otra oportunidad apenas tres minutos después, pero su disparo rebotó desviado del portero. El intento de Pinnock de interceptar un pase en el minuto 88 solo sirvió para colocarlo ligeramente más ancho para Beto, quien nuevamente vio su disparo detenido por Flekken.
A pesar del trío de encuentros uno a uno de Beto, Frank insistió en que Brentford lo había mantenido bajo control. Las Abejas tuvieron un comienzo prometedor en el juego, pero parecieron quedarse sin energía hacia el final de la primera mitad, durante la cual anotaron. El gol llegó de un lanzamiento largo de Schade, que rebotó en el área. El cabezazo sin oposición de Mbeumo golpeó el travesaño, y Wissa se lanzó por delante de tres defensores para rematar el rebote desde un metro, una secuencia que habría frustrado al meticuloso Moyes.
En conclusión, este partido mostró la resiliencia de Everton, un vistazo tentador de lo que Brentford podría lograr y la importancia de aprovechar las oportunidades cuando se presentan. El juego tuvo todo: drama, oportunidades perdidas y un héroe que se presentó por su equipo. Después de todo, es fútbol.