En un emocionante partido de tenis que duró casi dos horas, el número 3 del mundo, Carlos Alcaraz, se enfrentó a su viejo rival Luca Nardi en la segunda ronda de Doha. El partido, una montaña rusa de juego rápido y sorprendentes remontadas, terminó con Alcaraz avanzando a los cuartos de final con una victoria de 6-1, 4-6, 6-3.
Alcaraz y Nardi tienen una historia que se remonta a sus primeros años como juveniles, donde se enfrentaron a los 13 y 14 años. Esta vez, su encuentro en Doha fue su primer enfrentamiento profesional, y no decepcionó a los entusiastas del tenis. Aunque Alcaraz podría haber asegurado una victoria temprana, liderando 6-1, 4-1 en un momento, Nardi mejoró su juego, ganando cinco juegos consecutivos y forzando el partido a un decisivo tercer set.
Alcaraz reconoció el impresionante juego de su contraparte italiana durante el partido. Admitió que el rendimiento de Nardi durante esos cinco juegos fue nada menos que excepcional, comparándolo con el nivel de habilidad de un jugador número 1 del mundo. A pesar de esto, el español logró resetearse mentalmente para el set final, mostrando su determinación y tenacidad.
Renombrado por sus hábiles voleas, Alcaraz demostró su superbia a lo largo del partido. Su sentido del momento al avanzar es incomparable en el circuito, un factor que sin duda contribuye a su éxito a los apenas 21 años.
La remontada de Alcaraz en el decisivo estuvo marcada por una energía rejuvenecida. El cuatro veces ganador de Grand Slam se mantuvo mentalmente agudo, su juego estuvo salpicado de exclamaciones de ‘Vamos’ después de puntos emocionantes. Este renovado impulso lo llevó hasta el final, permitiéndole asegurar la victoria con estilo.
Estadísticamente, Alcaraz tuvo la ventaja, logrando 16 puntos más que Nardi. También demostró un sólido juego de servicio, salvando tres de cinco puntos de quiebre. Nardi, por otro lado, luchó con su segundo servicio y enfrentó 11 puntos de quiebre. A pesar de superar un comienzo lento, el italiano finalmente cedió el partido tras perder el servicio cinco veces.
El partido no estuvo exento de su justa cuota de errores no forzados y puntos directos. Alcaraz acumuló 27 ganadores contra 30 errores no forzados, mientras que Nardi solo logró 14 puntos directos, empañados por 34 errores.
La resiliencia de Alcaraz fue puesta a prueba, particularmente cuando dejó escapar una ventaja significativa. Sin embargo, logró reagruparse y comenzar de nuevo en el decisivo, desafiando a Nardi a igualar su intensidad. Su actuación triunfante en el decisivo fue un testimonio de su fortaleza mental y espíritu competitivo.
Analizando el partido, Alcaraz reconoció la actuación estelar de Nardi durante el segundo set. Admitió: «Cuando estaba liderando 4-1 en el segundo set, Luca jugó algunos puntos fantásticos en deuce. ¡Comenzó a jugar como el número 1 del mundo! No tuve más remedio que mantenerme concentrado y mentalmente fuerte. Le doy todo el crédito a Luca.»
A pesar de la breve caída en su nivel de energía, Alcaraz logró mantenerse mentalmente fuerte y reiniciar su juego en el set final. Su victoria no fue solo una exhibición de sus habilidades tenísticas, sino también un testimonio de su fortaleza mental, resiliencia y capacidad para adaptarse bajo presión. «Dejé esa parte del partido atrás y reinicié en el decisivo. Jugué bien en el decisivo, y estoy orgulloso del nivel de energía que presenté,» concluyó.