El turbulento viaje de Elena Rybakina con su equipo de entrenadores sigue atrayendo atención, tras la reciente salida de su entrenador físico, Azuz Simsich. Este último desarrollo parece ser otra onda en la ola de controversia que ha envuelto a Rybakina desde su separación del exentrenador Stefano Vukov después del US Open 2024. A pesar de una asociación exitosa que la llevó a conquistar la victoria en Wimbledon 2022 y ascender al puesto No. 3 del mundo, Rybakina citó el estrés como la razón de la ruptura. El breve regreso de Vukov durante el Abierto de Australia 2025 estuvo empañado por acusaciones de abuso verbal y psicológico, lo que llevó a su suspensión.
A medida que se acercaba el Abierto de Abu Dhabi, Rybakina fue franca sobre su postura al enfrentar el problema del entrenamiento. Hablando con AFP, enfatizó la importancia de mantener un ambiente seguro y positivo dentro de su equipo, reconociendo el impacto adverso de la controversia en todas las partes involucradas. Desde entonces, su rendimiento en la cancha ha sido encomiable, alcanzando las semifinales tanto en Abu Dhabi como en el Campeonato de Tenis Duty Free de Dubái.
Sin embargo, el drama dio otro giro el 24 de febrero, cuando Azuz Simsich, el entrenador físico de Rybakina desde 2022, anunció a través de su cuenta de Instagram su decisión de separarse de ella. En su emotivo mensaje, Simsich expresó su gratitud por las experiencias compartidas y le deseó a Rybakina un éxito continuo. Aunque Rybakina misma aún no ha comentado sobre este desarrollo, ha generado preocupación entre su base de fans.
La saga del entrenamiento, particularmente la decisión de Rybakina de volver a contratar brevemente a Vukov en medio de la controversia, ha dejado a muchos fans frustrados. Algunos expresaron su preocupación por el posible impacto en sus acuerdos de patrocinio con marcas como Yonex, Red Bull, KAZ Minerals y Lexus Kazajistán. Otros especulan que la atmósfera negativa que rodea al equipo de Rybakina está alejando su sistema de apoyo.
Un comentario de un aficionado resonó con este sentimiento, refiriéndose a las declaraciones del exentrenador a corto plazo Goran Ivanisevic al momento de su partida en medio del regreso de Vukov. Ivanisevic había descrito la situación como «extraña» y le deseó lo mejor a Rybakina.
Estos sentimientos no son aislados. La CEO de la WTA, Portia Archer, en su carta a Vukov, destacó sus comentarios despectivos hacia Rybakina. La tensión emocional que este drama ha causado en los aficionados es evidente, con algunos expresando su angustia por los problemas de entrenamiento que han durado meses.
A pesar de la agitación, analistas de tenis como Andy Roddick y Jon Wertheim han señalado la negación de Rybakina sobre cualquier problema en su relación con Vukov. Argumentan que hasta que Rybakina reconozca los problemas en cuestión, la saga probablemente persistirá. Tanto los aficionados como los analistas están pidiendo a Rybakina que tome medidas, instándola a abordar la situación. A medida que la historia se desarrolla, el mundo observa con ansiedad, preguntándose qué traerá el próximo capítulo en la saga de entrenamiento de Rybakina.