En una asombrosa demostración de resiliencia y determinación, la sensación del tenis británico Emma Raducanu logró una notable remontada en el Miami Open, asegurando su victoria más significativa en canchas duras desde su momento culminante en el US Open—todo esto, asombrosamente, sin la guía de un entrenador oficial. “Di lo mejor de mí en cada punto, como si mi vida dependiera de ello,” confesó Raducanu después del partido.
El prodigioso talento de Bromley, que actualmente ocupa el puesto No.2 de Gran Bretaña, lideró inicialmente el duelo contra la No.10 del mundo Emma Navarro, ganando el tiebreak del primer set. Sin embargo, el partido dio un giro cuando Raducanu solicitó un tiempo médico debido a ampollas en sus pies tras un segundo set lento.
Con Raducanu perdiendo 1-3 en el set decisivo, parecía que el partido se le escapaba. Sin embargo, mostrando una tenacidad inquebrantable, la No.60 del mundo se recuperó para ganar cuatro juegos consecutivos. A pesar de un tropiezo en 5-3, donde no pudo cerrar el partido, Raducanu recuperó la compostura para triunfar en el tiebreak del partido, concluyendo el juego 7-6 2-6 7-6.
El momento de la victoria estuvo marcado por una desgarradora muestra de incredulidad de Raducanu. Al asegurar la victoria con su primer servicio de match point, se llevó las manos a la cabeza, visiblemente abrumada por su logro.
Notablemente, Raducanu se había separado de su último entrenador, Vlado Platenik, justo antes del evento. Sin embargo, no estaba del todo sin un sistema de apoyo. Tenía a su exentrenador Mark Petchey y a su mentora Jane O’Donoghue a su lado.
Al reflexionar sobre su victoria, Raducanu admitió su desconcierto, diciendo: “Honestamente, no puedo entender cómo lo logré.” Describió el partido como una montaña rusa de cambios de momentum, repleto de intensidad física. “No fue menos que un partido increíble.»
Raducanu reconoció su colaboración previa con Platenik, sugiriendo que algunas de sus capacidades en la cancha surgieron de sus esfuerzos conjuntos. Sin embargo, también acreditó su victoria a su instinto, diciendo: «Confía en tu intuición, confía en tus sentimientos. Así es como llegué aquí.»
Ella explicó además que, aunque su tercer set no parecía emocionalmente cargado, internamente estaba agitada con emoción. Recordó haberse dicho a sí misma: «Has soportado demasiado para simplemente entregárselo a ella. Juega cada punto como si tu vida dependiera de ello.» Esta mentalidad, reveló, fue fundamental en su victoria.
Raducanu, quien anteriormente había vencido a dos jugadoras del top 10—Jessica Pegula (No.5) y Maria Sakkari (No.9), ambas en canchas de hierba el verano pasado—confesó que este partido fue su actuación más destacada de este año. En el tiebreak del primer set, incluso salvó dos puntos de set, un testimonio de su determinación.
A pesar del agotador partido, Raducanu aseguró que estaba físicamente bien. Admitió que sus piernas se sentían exhaustas en el segundo set, atribuyéndolo a la presión implacable de su oponente y a las abrasadoras condiciones de la cancha. Sin embargo, logró superar estas adversidades, para su propia sorpresa.
Esta victoria marca un hito significativo en la carrera de Raducanu, considerando que no derrotó a ninguna jugadora del top 10 durante su triunfante recorrido en el torneo de Nueva York en 2021. A medida que continúa ascendiendo en su carrera, esta victoria sin duda servirá como un testimonio de su resiliencia y determinación.