El primer partido de Naomi Osaka de la temporada WTA 2025 en el ASB Classic de Auckland fue brevemente interrumpido por una protesta cargada de connotaciones políticas. Enfrentándose a la jugadora israelí Lina Glushko, el partido de Osaka se convirtió en una plataforma para los manifestantes que protestaban contra las acciones militares de Israel en Gaza, lo que generó un debate sobre la intersección entre la política y el deporte.
Contexto de Tensiones
La controversia surge de un aumento en la vigilancia global de la respuesta militar de Israel al ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, que mató a más de 1,000 personas. Si bien fue ampliamente condenado como un acto de terror, las acciones posteriores de Israel en Gaza—que se estima han resultado en más de 45,000 muertes—han recibido duras críticas por supuestas violaciones del derecho internacional y la insuficiente protección de los civiles.
Los manifestantes aprovecharon la oportunidad para hacer conocer su postura durante el partido, eligiendo la visibilidad de un evento deportivo internacional con una jugadora israelí para amplificar su mensaje.
El Partido en Sí
Osaka, campeona de Grand Slam en cuatro ocasiones, regresó a la cancha con el objetivo de ganar impulso tras una temporada 2024 mixta. Mantuvo la calma a pesar de las interrupciones, derrotando a Glushko 6-4, 6-4. La victoria fue cómoda, con Osaka mostrando signos de su mejor forma.
Glushko, clasificada como la número 220 del mundo, ha sido vocal en su apoyo a las acciones militares de Israel, compartiendo su perspectiva en las redes sociales y mencionando su servicio previo en las Fuerzas de Defensa de Israel.
Política y Deportes
Este incidente destaca el debate más amplio sobre el papel de la política en el deporte. Controversias similares han surgido en los últimos años, como las protestas contra los jugadores rusos y bielorrusos tras el conflicto en Ucrania. La prohibición de Wimbledon de jugadores de esas naciones en 2022 generó reacciones mixtas y preguntas sobre la equidad.
Osaka, conocida por su defensa de cuestiones sociales, navegó la situación de manera profesional, aunque el incidente subraya cómo el deporte sigue siendo un potente escenario para la expresión política.