Ben Shelton, la sensación del tenis que ha estado constantemente en los titulares, comenzó 2025 con una actuación impresionante, alcanzando las semifinales del Abierto de Australia. Aunque sucumbió ante el mejor jugador del mundo, Jannik Sinner, el primer set del partido fue un testimonio del crecimiento de Shelton como jugador. El potencial del deportista estadounidense para reclamar un título importante este año es innegable.
Clasificado en el puesto 12 del mundo, Shelton ha demostrado que posee las habilidades para influir en el panorama del tenis contemporáneo. Sus victorias sobre jugadores de alto rango en torneos reconocidos sustentan esta afirmación. Sin embargo, para que Shelton mantenga una racha de victorias consistente, necesita mejorar su juego más allá de las canchas duras, donde su estilo tiende a volverse monótono y, por ende, predecible.
Rastrear el ascenso de Shelton en el tenis proporciona una narrativa interesante. A diferencia de sus contrapartes, que aparentemente estaban destinadas a la grandeza desde el principio, el viaje de Shelton ha estado marcado por una mejora gradual. Al tomar una raqueta por primera vez a la edad de 12 años, Shelton no mostró de inmediato un talento prodigioso, a pesar de la profunda conexión de su familia con el deporte.
Avancemos cuatro años, Shelton, que alguna vez ocupó el puesto 1829 en el mundo, hizo un ascenso impresionante al top 100 del ranking de la ATP a finales de 2022. El año 2025 lo vio alcanzar el estatus de semifinalista en el Abierto de Australia.
Durante una conversación profunda con ‘Vogue’, Shelton, quien aspira a lograr una victoria prestigiosa en Indian Wells frente a su público local, reflexionó sobre su trayectoria profesional. Dijo: «La mayoría de estos chicos que están en la cima del juego ahora mismo, fueron prodigios—cinco o seis años, raqueta en mano, entrenando todos los días. No se suponía que yo fuera este gran jugador. Y así, llegar al top 20 del mundo en dos años de jugar tenis universitario? Eso es algo que no tomo por sentado. Es difícil ser un producto terminado a los 18 si comienzas a los 12—pero no soy un producto terminado.»
Las palabras de Shelton no solo destacan su humildad, sino que también subrayan su determinación para perfeccionar aún más sus habilidades y alcanzar nuevas alturas en el mundo del tenis. Su historia sirve de inspiración para muchos que se atreven a soñar en grande y están dispuestos a trabajar duro, incluso cuando las probabilidades están en su contra.