Nick Kyrgios, la estrella del tenis australiano conocida por su franqueza, parece no haber superado a su homólogo italiano, Jannik Sinner, ya que constantemente lanza críticas sobre las recientes desventajas del último. La prueba de droga positiva de Sinner en marzo lo ha puesto en la mira de Kyrgios, quien ha sido abiertamente vocal sobre lo que percibe como un «trato injusto» de la situación.
La reciente exclusión de Sinner de los Premios Laureus ha servido como combustible para la crítica constante de Kyrgios. Sinner fue despojado de su nominación a Deportista del Año tras aceptar una suspensión de tres meses por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). El presidente de la Academia Mundial de Deportes Laureus, Sean Fitzpatrick, al reconocer los factores atenuantes en el caso de Sinner, declaró que la suspensión anuló la nominación. Este es otro golpe para Sinner, quien ya está lidiando con un historial manchado debido a la suspensión.
Kyrgios, nunca reacio a expresar su opinión, aprovechó la oportunidad para intervenir. En respuesta al anuncio, reiteró la importancia del juego limpio y de seguir las reglas, una evidente crítica a la situación de Sinner. Esta postura no fue inesperada, ya que Kyrgios había expresado previamente sentimientos similares cuando se anunció por primera vez la suspensión de Sinner, manifestando su decepción en lo que consideraba un «día triste para el tenis.»
Los problemas de Sinner comenzaron tras su victoria en el Abierto de Australia, cuando recibió una suspensión de tres meses debido a una contaminación inadvertida con la sustancia prohibida, clostebol. A pesar de la posibilidad de una suspensión más larga, Sinner pudo negociar una pena menor con la WADA, atribuyendo la presencia de la sustancia a la negligencia de su fisioterapeuta. Esta decisión, que convenientemente permite a Sinner regresar a tiempo para el Abierto de Francia, ha encendido debates entre aficionados y compañeros jugadores, quienes perciben el castigo indulgente y el momento favorable como algo que deja un ‘sabor amargo’.
En otro incidente notable, el tenista profesional francés Alexandre Muller expresó su frustración tras ser sometido a un control de dopaje inmediatamente después de un agotador partido nocturno en el Rio Open. El tweet de Muller resonó con los fanáticos que empatizaron con su agotamiento. Kyrgios, en su estilo característico, aprovechó esta oportunidad para lanzar otro ataque a Sinner, sugiriendo en broma que Muller debería culpar a su equipo si se detectaban esteroides.
Sinner había argumentado anteriormente que la sustancia prohibida había entrado accidentalmente en su cuerpo debido a un spray aplicado por su fisioterapeuta, una defensa que fue finalmente aceptada por la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA), que lo declaró no culpable por «falta o negligencia».
Mientras Kyrgios se prepara para su regreso en Indian Wells el 5 de marzo, la disputa en curso con Sinner sigue capturando la atención general. La pregunta en la mente de todos es si esta disputa alguna vez se calmará o si Kyrgios seguirá lanzando más dardos al estrella italiana. El jurado aún no ha decidido sobre esto.