Rafael Nadal, el indomable gigante del tenis, una vez confesó que estaba preparado para «morir en la cancha». A los 18 años, fue diagnosticado con el síndrome de Müller-Weiss, una afección poco frecuente en el pie que amenazaba con truncar su prometedora carrera. Sin embargo, Nadal no se rindió; empujó sus límites y se convirtió en un campeón de Grand Slam en 22 ocasiones. En una reciente aparición en un podcast, Nadal desnudó las capas de su ilustre carrera, sus emocionantes rivalidades con Roger Federer y Novak Djokovic, su lucha con las lesiones y, en última instancia, su decisión de retirarse.
Nadal estuvo en el podcast ‘Served’, presentado por Andy Roddick el 11 de marzo, profundizando en los altibajos de su carrera. Reveló su habilidad para recuperarse de las lesiones: «Rápidamente olvido lo que pasó. Pude volver a la cancha, practicar con la intensidad que necesitaba, y creo que recuperé la intensidad física bastante rápido. Mi nivel de tenis no fue un problema significativo para mí la mayor parte del tiempo.»
A los 38 años, el viaje tenístico de Nadal estuvo marcado por lesiones que comenzaron con su pie. Sus zapatos personalizados, una necesidad debido a su condición en el pie, pusieron inadvertidamente presión adicional en sus rodillas y espalda. A pesar de esto, compitió en 69 de los 83 Grand Slams, perdiéndose 14 debido a lesiones pero ganando 22. Nadal defendió el arte de vivir con dolor, ejemplificando resiliencia y determinación dentro y fuera de la cancha. Su antiguo estatus como número 1 del mundo es un testimonio de su tenacidad.
Su batalla con el dolor fue legendaria. Logró una victoria en Indian Wells a pesar de tener una costilla fracturada, conquistó París con muletas y un pie izquierdo adormecido, y superó un desgarro en un músculo abdominal en Wimbledon. El enfoque de Nadal hacia su carrera fue inquebrantable: «Cuando tienes limitaciones todo el tiempo, empiezas a pensar, ‘Está bien, ¿cómo le gano a este tipo?’ Asumes riesgos que normalmente no asumirías o tomas decisiones que normalmente no tomarías.»
Sin embargo, a medida que las luchas de Nadal continuaron, su interés en el tenis comenzó a disminuir. El punto de inflexión llegó durante un partido de segunda ronda en el Abierto de Australia 2023. Un agudo dolor en la cadera acortó su defensa del título en Melbourne Park. A pesar de intentar evitar la cirugía durante cinco meses, se volvió inevitable. La cirugía fue exitosa, pero Nadal se perdió el resto de la temporada 2023. Su regreso en 2024 estuvo marcado por una lesión muscular que lo obligó a perderse el Abierto de Australia, y no fue el mismo después de eso.
A pesar de jugar 16 partidos durante la temporada de tierra batida, Nadal tuvo dificultades con el movimiento y su servicio no era tan letal como antes. Admitió sinceramente en el podcast: «No pude moverme como estaba acostumbrado a hacerlo. Así que llegó un momento que después de los Juegos Olímpicos, volví a casa y dije, está bien, se acabó. Lo siento.»
La ilustre carrera de Nadal, definida por su resiliencia, finalmente terminó en la Copa Davis en Málaga, en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena, en noviembre de 2024. Desde entonces, ha estado viviendo una vida alejada del tenis, sin dolor y sin recoger una raqueta. Su retiro marcó el final de una era que lo vio desafiar las probabilidades, establecer récords e inspirar a millones con su indomable espíritu.