Stefanos Tsitsipas, el ícono del tenis griego, está a punto de restablecerse entre los diez mejores jugadores del mundo. Ahora ha avanzado a su tercera final en Dubái, a solo una victoria de recuperar su estatus en el top diez.
Tsitsipas, el finalista de Grand Slam en dos ocasiones, se abrió paso ante Tallon Griekspoor en las semifinales del evento ATP 500 en Dubái. Afirmó su dominio con una sencilla victoria de 6-4, 6-4, marcando su primera aparición en una final desde el torneo de Barcelona 2024.
El jugador griego tiene un historial encomiable en el evento de Dubái, habiendo alcanzado previamente las finales en 2019 y 2020. Su desempeño general en este evento muestra un impresionante récord de 14-4 en victorias y derrotas.
Comenzando la semana como el No. 11 del mundo, con un total de 3005 puntos de ranking, Tsitsipas ha ganado 230 puntos adicionales al avanzar a las finales. Una victoria en el partido del campeonato le aseguraría 270 puntos extra. Esto lo impulsaría más allá de sus contemporáneos Tommy Paul y Alex de Minaur, permitiéndole reingresar al top 10 como el No. 9 del mundo el lunes.
Tsitsipas expresó su satisfacción con su rendimiento. Dijo: «Me siento extremadamente feliz de haber podido evitar el drama hoy y jugar buen tenis de principio a fin.» Agregó que cree que cada partido ofrece una nueva experiencia de aprendizaje, que se esfuerza por aplicar de manera efectiva en los juegos posteriores.
Curiosamente, se ha visto al jugador griego utilizando una raqueta oscurecida, adornada con su habitual logo de Wilson. Su raqueta habitual es la Wilson Blade 98 18/20. Cuando se le preguntó sobre este cambio, Tsitsipas reveló que fue una respuesta a los cambios recientes en el ATP Tour, incluyendo pelotas más lentas. Explicó sus esfuerzos por adaptarse a estos cambios y superar las condiciones lentas que había enfrentado en los últimos meses.
Su camino hacia su posición actual no ha estado exento de contratiempos. Tsitsipas tuvo un comienzo decepcionante en la temporada 2025, sucumbiendo ante Alex Michelsen en la ronda inaugural del Abierto de Australia.
Mirando hacia la final de Dubái, Tsitsipas se enfrentará a Felix Auger-Aliassime, quien aseguró su lugar al derrotar a Quentin Halys en un partido a tres sets en las semifinales. Aunque el jugador canadiense ha triunfado sobre Tsitsipas en tres ocasiones, el jugador griego lidera su récord cara a cara con seis victorias en nueve partidos.
Tsitsipas ha reconocido anteriormente a Auger-Aliassime como ‘el oponente más difícil’ que ha enfrentado. Su admiración por el jugador canadiense proviene de su potente y preciso saque, su rápida velocidad y su capacidad para crear oportunidades tanto desde el revés como desde el derecho.
A medida que Tsitsipas está al borde de reingresar al top diez, la final contra Auger-Aliassime promete ser un evento electrizante. Mientras el jugador griego continúa su resurgimiento, el mundo del tenis observa con anticipación.