El mundo del tenis está conmocionado por el reciente escándalo de corrupción que involucra al árbitro de silla Juan Gabriel Castro. Originario de la República Dominicana, Castro ha recibido una suspensión de seis años y una multa de £4,655 por su supuesta participación en la facilitación de la corrupción dentro del deporte, una decisión confirmada por la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA).
En un comunicado emitido por la ITIA, se reveló que Castro enfrenta acusaciones de asombrosas 12 violaciones del programa anti-corrupción del tenis (TACP). El oficial de nivel nacional fue inicialmente suspendido provisionalmente a principios de noviembre, con la prohibición ahora extendiéndose hasta el 6 de noviembre de 2030. Curiosamente, Castro eligió no responder a la notificación de cargos de la ITIA.
Los cargos formulados contra Castro se refieren a tres partidos en los que se afirma que el árbitro manipuló las entradas de puntuación para orquestar la tarjeta de puntuación, ayudando así a la corrupción. La ITIA aclaró además que, bajo el TACP de 2025, se puede emitir una ‘sanción considerada’ a individuos que elijan no participar en las investigaciones y el proceso de arbitraje de la ITIA.
Los funcionarios acusados tienen un plazo de 10 días hábiles para apelar la sanción considerada ante un oficial independiente de audiencias anti-corrupción. Sin embargo, Castro se abstuvo de presentar una apelación. El tiempo que ya ha cumplido bajo suspensión provisional se deducirá de su período de inelegibilidad.
Los términos de la suspensión de Castro le prohíben oficiar o incluso asistir a cualquier evento de tenis autorizado o sancionado por los miembros de la ITIA (ATP, ITF, WTA, Tennis Australia, Federación Francesa de Tenis, Wimbledon y USTA) o cualquier asociación nacional.
Esta no es la primera vez que la ITIA ha tenido que tomar medidas enérgicas contra la corrupción dentro del deporte. Recientemente, se han emitido una serie de sanciones similares. Hace apenas un año, el oficial de tenis búlgaro Pavel Atanasov recibió una prohibición de por vida tras ser encontrado culpable de 21 violaciones del TACP. Curiosamente, Atanasov inicialmente impugnó los cargos, pero luego retiró su apelación, admitiendo efectivamente una serie de delitos que incluían manipular datos de puntuación con fines de apuestas y no informar sobre acercamientos corruptos.
En otro movimiento significativo, la ITIA impuso una prohibición de por vida al oficial de tenis venezolano Armando Belardi en mayo pasado. Sus cargos incluían facilitar apuestas, manipular el resultado de los partidos y solicitar dinero para influir negativamente en el rendimiento de un jugador.
Además, se impuso una prohibición de 15 años al jugador de tenis español Aaron Cortes en abril del año pasado después de confesar 35 violaciones del TACP, incluyendo arreglo de partidos y pago por una invitación a un torneo.
Estos incidentes sirven como un recordatorio contundente de la incesante lucha contra la corrupción dentro del deporte y subrayan el compromiso inquebrantable de la ITIA para mantener la integridad del tenis.