En un giro dramático de los acontecimientos, Hollywood está lidiando con una batalla legal de alto riesgo entre la actriz Blake Lively y el director de It Ends With Us, Justin Baldoni. Lively presentó una demanda federal el martes, acusando a Baldoni y a otros vinculados a la película de acoso y de orquestar una campaña de desprestigio destinada a desacreditarla por hablar sobre supuestas conductas inapropiadas en el set.
La demanda, presentada en Nueva York, llega el mismo día en que Baldoni y sus asociados lanzaron una demanda por difamación de 250 millones de dólares contra The New York Times por su exposición sobre las acusaciones de Lively. Las demandas en competencia han encendido una tormenta mediática, llevando a la película sorpresa y a sus creadores al centro de atención por todas las razones equivocadas.
Las Alegaciones Explosivas de Lively
La demanda de Blake Lively acusa a Baldoni, a la productora Wayfarer Studios y a otros de participar en un «plan de represalias» para silenciarla y manchar su reputación. La demanda alega que Baldoni y el productor Jamey Heath crearon un ambiente laboral tóxico lleno de comentarios inapropiados sobre los cuerpos de las mujeres y experiencias sexuales personales. También se afirma que Baldoni presionó a Lively para que compartiera detalles sobre su vida íntima.
La supuesta represalia incluyó la siembra de historias dañinas en línea, la ingeniería de ataques en redes sociales y la coordinación con expertos en comunicación de crisis para desprestigiar a Lively en los medios.
“Este fue un esquema de represalias cuidadosamente elaborado, coordinado y con recursos,” afirma la demanda.
Lively y su esposo, Ryan Reynolds, supuestamente confrontaron a Baldoni sobre su comportamiento durante una reunión tensa, pero sus preocupaciones fueron supuestamente recibidas con un esfuerzo concertado para desacreditar al actor.
Baldoni Responde
El equipo legal de Justin Baldoni niega todas las acusaciones, calificándolas de “escandalosas y deliberadamente sensacionalistas.” La demanda por difamación del director contra The New York Times sostiene que la publicación se basó únicamente en la «narrativa no verificada» de Lively, ignorando evidencia que contradice su historia. Baldoni también alega que Lively orquestó su propia campaña de desprestigio para desviar la atención de las críticas a su imagen pública.
“La ironía es rica,” dijo el abogado de Baldoni, Bryan Freedman, acusando a The Times de ayudar a Lively en una «devastadora campaña de relaciones públicas.»
La demanda también menciona a Wayfarer Studios y a la experta en comunicaciones de crisis Melissa Nathan, cuyo mensaje de texto filtrado, “Podemos Enterrar a Cualquiera,” se convirtió en el titular de la historia de The Times.
Detrás de Escenas de It Ends With Us
Termina Con Nosotros, una adaptación de la exitosa novela de Colleen Hoover, debutó en agosto con éxito en taquilla, pero se vio empañada por rumores de discordia entre Lively y Baldoni. La película, elogiada por su cruda representación de la violencia doméstica, enfrentó críticas por romanticizar el abuso, una preocupación que Baldoni desestimó como una interpretación subjetiva.
En los meses previos a su estreno, Baldoni se apartó de las tareas promocionales, dejando a Lively y Reynolds a cargo de los circuitos de prensa. Su fría dinámica profesional alimentó especulaciones sobre problemas más profundos, culminando en la acción legal de Lively.
Hollywood Dividido
Las demandas han desatado intensas discusiones en Hollywood sobre las dinámicas de poder, el acoso en el lugar de trabajo y el trato a las actrices. Baldoni, quien había cultivado una reputación como defensor de la masculinidad progresista, fue despedido por su agencia de talentos, WME, tras las acusaciones. La agencia también representa a Lively y Reynolds.
“Esto se trata de responsabilidad”, dijo el equipo legal de Lively en un comunicado. “Nadie, independientemente de su posición, debería sentirse inseguro o no escuchado en su lugar de trabajo.”
¿Qué Sigue?
A medida que avanzan ambas demandas, las apuestas son altas para todas las partes involucradas. Las reclamaciones de Lively podrían tener implicaciones de gran alcance sobre cómo se manejan las acusaciones de mala conducta en Hollywood, mientras que la demanda por difamación de Baldoni pone a The New York Times bajo un intenso escrutinio.
Con la opinión pública dividida y ambos lados negándose a ceder, el escándalo está destinado a dominar los titulares en las próximas semanas. Lo que queda claro es que esta batalla legal trata sobre más que solo una película; se trata de la cultura cambiante de la responsabilidad en Hollywood.