Ellen DeGeneres, conocida por su icónico programa de entrevistas y sus esfuerzos filantrópicos, se encuentra envuelta en una tormenta de controversia mientras ella y su pareja, Portia de Rossi, hacen un audaz movimiento al otro lado del charco hacia el Reino Unido. Lo que inicialmente parecía ser una reubicación pacífica ahora ha sido manchado por acusaciones de nada menos que el exestratega jefe de la Casa Blanca y aliado de Trump, Steve Bannon.
En un ataque mordaz, Bannon acusó a DeGeneres de «infestar» Gran Bretaña en respuesta a los resultados de las elecciones presidenciales de 2024. Afirmó que la querida presentadora de televisión había abandonado los EE. UU. en protesta contra el segundo mandato del presidente electo Donald Trump, junto a su esposa, de Rossi. Las palabras de Bannon goteaban desdén mientras pintaba un cuadro de DeGeneres y de Rossi como niños petulantes huyendo de su derrota percibida.
«Que les den. No son resilientes… Tenían todas las ventajas del poder estatal,» declaró Bannon, insinuando que su partida era un acto de debilidad en lugar de un principio. Fue más allá al afirmar que su decisión de irse era irreversible, prometiendo que nunca regresarían.
Pero en medio del alboroto y las acusaciones, susurros tras puertas cerradas revelan una narrativa diferente. Los informantes sugieren que el movimiento de DeGeneres y de Rossi no fue impulsado por animosidad política hacia Trump, sino más bien por razones personales. Se especula que su decisión estaba arraigada en un deseo de jubilación, sin nuevos proyectos en el horizonte para ninguna de las dos.
Las sombras que se ciernen sobre esta reubicación se profundizan aún más con la crítica críptica de Elon Musk sobre su elección de establecerse en el Reino Unido. Haciendo referencia a los supuestos vínculos entre DeGeneres y las notorias reuniones de Sean ‘Diddy’ Combs, las insinuaciones de Musk añadieron leña a un fuego ya ardiente de especulación e intriga.
A medida que DeGeneres navega por este turbulento mar de acusaciones e insinuaciones, una cosa queda clara: su legado en la industria del entretenimiento está en juego. Desde ser aclamada como una pionera hasta enfrentar reacciones negativas por el presunto maltrato a los miembros del personal, su viaje ha sido tumultuoso.
¿Qué les espera a Ellen DeGeneres y Portia de Rossi en su nuevo capítulo al otro lado del Atlántico? ¿Encontrarán consuelo lejos de los ojos curiosos de Hollywood o este movimiento marcará el comienzo de una nueva era llena de desafíos?
Solo el tiempo dirá si esta reubicación es realmente una escapatoria o un retiro estratégico en el paisaje en constante evolución de la fama y la fortuna.