Los rusos están utilizando cartuchos de perdigones hechos en casa para combatir drones en Ucrania
Los drones se han convertido en una presencia ubicua en el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania, sirviendo tanto como herramienta de reconocimiento como medio para causar destrucción. A medida que estos vehículos aéreos no tripulados zumban por los cielos, los soldados rusos se enfrentan a un desafío formidable para derribarlos. Obligados a innovar, algunos soldados han recurrido a métodos no convencionales, como la fabricación de cartuchos de perdigones personalizados para el rifle de asalto AK-74, para combatir estas amenazas aéreas.
«La guerra saca lo mejor y lo peor de las personas, y en este caso, lo más creativo», dice un analista militar anónimo familiarizado con la situación en el terreno.
La batalla contra los drones
Defenderse contra los drones presenta un conjunto único de desafíos para los soldados en el campo. Si bien el uso de interferencias sigue siendo un método efectivo, la falta de acceso a tecnología especializada deja a muchos soldados dependiendo de armas de fuego tradicionales. Derribar un drone con un rifle requiere precisión y suerte, siendo las escopetas preferidas por su mayor dispersión. Sin embargo, la disponibilidad de escopetas en el campo de batalla es limitada, lo que lleva a los soldados rusos a idear su propia solución con cartuchos de perdigones personalizados para el AK-74.
Según un informe de The Armourer’s Bench, los soldados rusos han estado experimentando con cartuchos de perdigones caseros, reemplazando el proyectil estándar con bolas de acero encerradas en plástico derretido. Aunque son poco convencionales y potencialmente peligrosos, estos cartuchos improvisados ofrecen un rayo de esperanza frente a la amenaza de los drones. Los videos que circulan en los canales de Telegram mostrando estas creaciones DIY destacan la ingeniosidad nacida de la necesidad en medio del conflicto.
Respuestas Innovadoras a Amenazas Emergentes
El uso de perdigones caseros contra drones subraya la naturaleza evolutiva de la guerra moderna y la necesidad de estrategias adaptativas ante amenazas emergentes. Si bien las escopetas han sido tradicionalmente el arma elegida para atacar drones, su efectividad ha sido cuestionada debido a la dificultad de acertar en objetivos aéreos de rápido movimiento. En respuesta, empresas en Estados Unidos y Rusia han comenzado a desarrollar cartuchos de escopeta especializados diseñados para atrapar drones en redes o interrumpir sus hélices.
A medida que las tecnologías de defensa corren para mantenerse al día con la proliferación de drones en el campo de batalla, soluciones innovadoras como el «Cúpula de Hierro portátil» de ZeroMark ofrecen un vistazo al futuro de la defensa contra drones. Al aprovechar sistemas de puntería autónomos y sensores avanzados, estas soluciones de alta tecnología buscan cambiar el equilibrio a favor de los soldados que enfrentan amenazas aéreas. A pesar de los desafíos que presentan los drones, estos desarrollos señalan una búsqueda implacable de innovación en la búsqueda de la superioridad militar.
En un paisaje donde la guerra está cada vez más definida por los avances tecnológicos, la utilización de munición casera contra drones sirve como un testimonio de la ingeniosidad y adaptabilidad de los soldados en las líneas del frente. A medida que el conflicto continúa desarrollándose, la evolución de tácticas y tecnologías en respuesta a las amenazas emergentes dará forma al futuro de la guerra y redefinirá los límites de las estrategias convencionales.