Ucrania enfrentó un ataque devastador cuando Rusia lanzó un asalto récord con 192 drones y cuatro misiles de crucero. Este número sin precedentes de proyectiles en un solo ataque ha dejado al mundo atónito. Mientras los enviados de la OTAN y de Ucrania se reúnen en Bruselas para discutir el reciente lanzamiento experimental de misiles de Rusia sobre una ciudad ucraniana, la magnitud de la destrucción se está volviendo alarmantemente evidente.
La fuerza aérea ucraniana reportó el seguimiento de un total de 192 objetivos aéreos, que consistían en cuatro misiles balísticos Iskander y 188 drones enemigos. Si bien 76 drones rusos fueron derribados con éxito sobre 17 regiones ucranianas, otros 95 drones se perdieron debido a que los sistemas de guerra electrónica ucranianos interfirieron en sus sistemas de navegación. En un giro impactante de los acontecimientos, cinco drones cambiaron de rumbo y volaron hacia Bielorrusia.
Aunque no ha habido informes inmediatos de víctimas, infraestructuras críticas como la red eléctrica y edificios de apartamentos de gran altura en múltiples regiones han sufrido daños severos. Las consecuencias de este ataque están lejos de ser insignificantes. La ciudad de Ternopil, ubicada en el oeste de Ucrania, incluso quedó sin electricidad durante el asalto.
Rusia ha estado escalando sus ataques en ciudades ucranianas durante varios meses, empleando ataques cada vez más intensos con drones, misiles y bombas planeadoras. Estos ataques implacables han resultado en víctimas y daños generalizados a la infraestructura energética, exacerbando los desafíos que enfrenta la población ucraniana a medida que se acerca la temporada de frío.
Mientras tanto, en Bruselas, el Consejo NATO-Ucrania (NUC) se reunió para abordar el reciente lanzamiento por parte de Rusia de un misil hipersónico experimental de alcance intermedio hacia Ucrania. Establecido en una cumbre de la OTAN en Vilnius, el NUC tiene como objetivo fortalecer la colaboración entre la alianza y Kyiv, apoyando las aspiraciones de Ucrania para la membresía en la OTAN.
La reunión del NUC reunió a enviados de Ucrania y de los 32 estados miembros de la alianza. Fue convocada por Kyiv tras el ataque de Rusia a la ciudad de Dnipro con un misil llamado Oreshnik. El presidente Vladimir Putin afirmó que esta acción fue una respuesta a los ataques ucranianos en suelo ruso utilizando misiles ATACMS suministrados por EE. UU. y misiles Storm Shadow suministrados por Gran Bretaña. Notablemente, Putin enfatizó que el Oreshnik es un misil completamente nuevo, distinto de las armas diseñadas en la época soviética. Estados Unidos describió el misil como «experimental», basado en el misil balístico intercontinental (ICBM) RS-26 Rubezh de Rusia.
Inicialmente, Ucrania acusó a Rusia de emplear un ICBM en el ataque a Dnipro, un arma que nunca antes se había utilizado en la guerra. Las implicaciones de esta escalada en armamento son profundamente preocupantes.
En conclusión, el apocalipsis de drones de Rusia en Ucrania es un desarrollo alarmante que exige atención urgente de la comunidad internacional. La magnitud del ataque, con un número récord de drones y misiles desplegados, destaca la gravedad de la situación. Los daños causados a la infraestructura crítica y el potencial de una mayor escalada subrayan la necesidad de una acción rápida y una respuesta coordinada. El mundo observa ansiosamente mientras Ucrania enfrenta esta amenaza sin precedentes a su seguridad y estabilidad.