SIRIA—Una nación fracturada por la guerra se encuentra al borde de un cambio sísmico mientras los rebeldes liderados por islamistas avanzan dentro de la distancia de ataque de Homs, la tercera ciudad más grande de Siria. En una campaña relámpago, los rebeldes tomaron dos pueblos clave, Rastan y Talbisseh, marcando una alarmante escalada en su asalto, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Rebeldes Acercándose a Homs
“Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y las facciones aliadas están ahora a solo cinco kilómetros—apenas tres millas—de las afueras de Homs,” reveló Rami Abdel Rahman, jefe del OSDH. Sus rápidas victorias esta semana, incluida la dramática captura de Hama y Alepo, colocan ahora a los rebeldes en la puerta de la ciudad una vez conocida como la “capital de la revolución.”
Este avance es más que un golpe simbólico. Homs sirve como una puerta de entrada a la región costera de Siria, hogar del bastión de la minoría alauita del presidente Bashar al-Assad. Una toma rebelde podría cortar rutas de suministro cruciales y desestabilizar el control de Assad sobre el poder, alterando aún más el frágil equilibrio de Siria.
Una Guerra Personal para los Combatientes
El comandante rebelde Hassan Abdel Ghani declaró en Telegram que sus fuerzas “continúan marchando de manera constante hacia la ciudad de Homs.” Para Abdel Ghani y muchos de sus combatientes, esta ofensiva tiene implicaciones personales.
“Estos son luchadores que fueron forzados a huir de su ciudad hace años bajo el férreo control de Assad,” dijo Abdel Ghani. “Ahora, están regresando para reclamar lo que les fue arrebatado y para disuadir la agresión de Assad contra su hogar.”
Homs tiene un significado trágico. Fue el epicentro de masivas protestas contra el gobierno durante el levantamiento de Siria en 2011, ganándose el apodo de “capital de la revolución.” Para 2014, se convirtió en un símbolo de destrucción y desesperación cuando las fuerzas gubernamentales aplastaron la resistencia tras un asedio de dos años, dejando gran parte de la Ciudad Vieja en ruinas.
Una Región Marcada por la Violencia
Homs no solo ha sido un campo de batalla, sino también un punto de inflamación para la violencia sectaria. La comunidad alauita de la ciudad, leal a Assad, ha sido objeto de ataques repetidos por facciones extremistas. En 2014, atentados gemelos mataron a más de 100 personas, en su mayoría civiles, en un barrio alauita. El ataque fue reivindicado por el Frente Al-Nusra, el precursor de HTS.
El líder de HTS, Abu Mohammed al-Jolani, una vez vinculado a Al-Qaeda, rompió formalmente lazos con el grupo yihadista en 2016. Sin embargo, la sombra de su pasado extremista pesa mucho, ya que sus fuerzas continúan su avance implacable por Siria.
Éxodo Masivo en Desarrollo
La ofensiva ha desencadenado una crisis humanitaria. Decenas de miles de residentes alauitas están huyendo de Homs hacia la costa, temiendo persecución y violencia a medida que los rebeldes se acercan, informó SOHR.
Para el régimen de Assad, perder Homs sería un golpe devastador—no solo militarmente, sino psicológicamente. Para muchos sirios, significaría un colapso del control del gobierno sobre su corazón territorial.
Una Ciudad en la Encrucijada
La caída de Homs podría remodelar la guerra siria, cambiando la marea en contra de Assad después de años de victorias en el campo de batalla. Con cada milla que los rebeldes avanzan, las apuestas se vuelven más altas, amenazando con reavivar la violencia sectaria y sumergir la región en un caos aún mayor.
Por ahora, todas las miradas están puestas en Homs—una ciudad golpeada por la historia, preparándose para otro capítulo de guerra, derramamiento de sangre y desamor. ¿Caerá, o las fuerzas de Assad montarán una defensa de última hora para mantener su posición? Solo el tiempo lo dirá en el teatro de guerra más volátil de Siria.