Las fuerzas armadas de Gran Bretaña se encuentran en una encrucijada crítica, con el Ministro de Defensa Al Carns advirtiendo que el Ejército podría estar completamente agotado en un plazo de seis meses a un año en caso de un conflicto a gran escala. La dura evaluación resalta la urgente necesidad de reformas, ya que se avecina una revisión exhaustiva de las capacidades de defensa del Reino Unido.
Una Advertencia Grave
Hablando en el Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI), Carns comparó las tasas de bajas potenciales en una guerra a gran escala con las que actualmente experimentan las fuerzas rusas en Ucrania, que ascienden a un asombroso 1,500 soldados por día. “En una guerra de gran escala… nuestro ejército se agotaría en seis meses a un año,” dijo, enfatizando la necesidad de una rápida generación masiva a través de las fuerzas de reserva.
Esta alarmante revelación sigue a la reciente afirmación del Secretario de Defensa John Healey de que, si bien el ejército del Reino Unido puede llevar a cabo operaciones, “no está listo para luchar” en un conflicto a gran escala.
Las Reservas Son Clave
Carns subrayó el papel crítico de las fuerzas de reserva en el fortalecimiento de las capacidades de defensa del Reino Unido, afirmando: “Sin ellas, no podemos generar masa, no podemos cumplir con la multitud de tareas de defensa.” Hizo un llamado a un enfoque renovado en la expansión y modernización de las reservas para garantizar que el ejército pueda responder de manera efectiva a futuras crisis.
El ministro también expresó su esperanza de que la próxima revisión de defensa, que se publicará en primavera, sentará las bases para un “nuevo acuerdo” para las reservas. Enfatizó la importancia de alinear el enfoque del Reino Unido con el de los aliados de la OTAN, muchos de los cuales han puesto mayor énfasis en las fuerzas de reservistas.
Desafíos que Enfrenta el Ejército
El estado de la preparación militar de Gran Bretaña ha estado bajo escrutinio durante años, con las fuerzas armadas lidiando con desafíos de reclutamiento y retención. El Comité de Defensa del Parlamento ha informado que las escaseces de personal y la “presión incesante” están llevando a más miembros del servicio a abandonar que a unirse.
El comité también advirtió que tales deficiencias socavan las capacidades de disuasión de Gran Bretaña, dejando al país vulnerable a posibles adversarios.
Hoja de Ruta de Defensa del Laborismo
Abordando estos desafíos, el Primer Ministro Keir Starmer se ha comprometido a revertir el “desmantelamiento” de las defensas de Gran Bretaña, un proceso que atribuye a más de una década de mala gestión conservadora. Una de las primeras acciones de su gobierno fue lanzar una revisión “de raíz” de las capacidades militares, con el objetivo de aumentar el gasto en defensa al 2.5% del PIB.
Starmer describió la iniciativa como un paso crucial hacia la reconstrucción de la preparación militar y asegurando que Gran Bretaña siga siendo un jugador creíble en el escenario global.
El Camino a Seguir
A medida que se acerca la revisión, el gobierno enfrenta una presión creciente para ofrecer soluciones que aborden la crisis de preparación del ejército. Esto incluye aumentar el reclutamiento, modernizar el equipo y expandir el papel de las reservas.
Las apuestas son altas, y la advertencia de Carns sirve como un recordatorio sobrio de las consecuencias de la inacción. “La libertad no es gratuita”, dijo, enfatizando la necesidad de apoyo público y político para garantizar que el ejército esté preparado para los desafíos que se avecinan.