Un duro del Kremlin ha emitido un rechazo contundente al plan de paz propuesto por Donald Trump para Ucrania, advirtiendo que el enviado del ex presidente de EE.UU. sería enviado de regreso si intentara negociar en Moscú. El magnate ruso Konstantin Malofeyev, sancionado por Occidente y cercano al presidente Vladimir Putin, dijo que Rusia exigiría concesiones masivas para poner fin al conflicto, muy por encima de las sugerencias de Trump.
“[El enviado de Trump] Kellogg viene a Moscú con su plan, lo tomamos y luego le decimos que se joda, porque no nos gusta nada de eso”, declaró Malofeyev durante una entrevista desde Dubái. Este contundente rechazo establece el escenario para tensas confrontaciones geopolíticas mientras Trump, listo para volver al cargo, promete detener la guerra “en 24 horas”.
El plan de Trump, respaldado por el enviado y exgeneral Keith Kellogg, se centra en congelar los frentes de batalla actuales y llevar a ambas partes a la mesa de negociaciones. Sin embargo, Malofeyev reveló que las demandas de Moscú van mucho más allá de que Ucrania ceda las cuatro regiones en primera línea de Luhansk, Donetsk, Zaporizhzhia y Jerson. Advirtió que EE.UU. también debe reducir la ayuda militar, incluidos los misiles de largo alcance ATACMS.
El informante del Kremlin no se contuvo en las amenazas, advirtiendo que el mundo está “al borde de una guerra nuclear”. Agregó ominosamente: “Habrá una zona de radiación a la que nadie irá en nuestra vida—y la guerra habrá terminado.”
Malofeyev, que recientemente se casó con una aliada de Putin buscada por la Corte Penal Internacional, también insistió en que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, debe ser destituido como parte de cualquier acuerdo. Las conversaciones, enfatizó, deberían centrarse no solo en Ucrania, sino en el futuro de Europa y la seguridad global.
La OTAN advierte contra un «mal acuerdo»
Los líderes de la OTAN han expresado su preocupación por las implicaciones de un acuerdo mal negociado. Mark Rutte, el nuevo secretario general de la OTAN, advirtió que un acuerdo apresurado bajo los términos de Moscú podría alentar a adversarios como China, Irán y Corea del Norte. “No podemos tener una situación en la que Kim Jong Un y Putin se den la mano porque hay un acuerdo débil”, dijo Rutte.
La alineación de Rusia con los adversarios de Occidente, incluyendo el suministro de tecnología de misiles a Corea del Norte y fondos a Irán, ha elevado aún más las alarmas. A medida que estas alianzas se profundizan, los riesgos geopolíticos en torno al conflicto se vuelven cada vez más peligrosos.
La lucha y el futuro de Ucrania
Mientras tanto, el gobierno de Ucrania reiteró su impulso por la membresía en la OTAN como el único camino viable hacia la seguridad a largo plazo. “La membresía plena en la OTAN es el único verdadero disuasivo contra la agresión rusa”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Kyiv.
En el terreno, las fuerzas rusas continúan avanzando, reclamando nuevo territorio mientras Kyiv contrarresta los esfuerzos de Moscú a lo largo del río Oskil. Las condiciones de Putin para un alto el fuego siguen siendo inflexibles, con demandas de que Ucrania ceda territorios anexionados ilegalmente y que la OTAN detenga su expansión hacia el este.
Trump ha afirmado frecuentemente que podría haber prevenido la guerra por completo, sin embargo, los detalles de su enfoque siguen siendo vagos. Mientras su enviado Kellogg reconoce que cualquier acuerdo de paz sería controvertido, los críticos argumentan que congelar las líneas de batalla actuales arriesga solidificar las ganancias rusas y alentar futuras agresiones.
A medida que ambos lados se atrincheran, la perspectiva de una resolución inmediata se vuelve tenue, planteando preguntas sobre las repercusiones globales de un conflicto prolongado y la diplomacia de alto riesgo.