El presidente taiwanés Lai Ching-te ha emitido una fuerte reprimenda a China, advirtiendo que los ejercicios militares agresivos y las tácticas coercitivas no lograrán obtener respeto internacional. Hablando durante una conferencia de prensa en Palau al cierre de su primera gira internacional desde que asumió el cargo en mayo, Lai hizo un llamado a la diplomacia en lugar de la intimidación en la región del Pacífico.
“No importa cuántos ejercicios militares y buques de guerra y aviones se utilicen para coaccionar a los países vecinos, no podrán ganar el respeto de ningún país”, declaró Lai. Sus comentarios se producen en medio de una amplia especulación de que Pekín planea realizar ejercicios militares alrededor de Taiwán en respuesta al viaje de Lai, que incluyó paradas en territorios estadounidenses y varias naciones insulares del Pacífico aliadas con Taipéi.
Los comentarios del líder taiwanés fueron amplificados por el anuncio de China de sanciones dirigidas a 13 empresas estadounidenses y seis ejecutivos en represalia por las recientes ventas de armas de EE. UU. a Taiwán. Las tensiones en aumento destacan la fricción duradera entre la democrática Taiwán y la autoritaria China, que continúa reclamando soberanía sobre la isla autogobernada.
La gira por el Pacífico de Lai subraya la lucha de Taiwán por mantener su red de aliados diplomáticos en disminución frente a la presión implacable de Pekín. Con visitas a Palau, las Islas Marshall y Tuvalu—tres de las 12 naciones que reconocen oficialmente a Taiwán—Lai enfatizó la unidad entre las democracias para contrarrestar las crecientes amenazas autoritarias en la región.
“Taiwán está seguro de que continuará profundizando la cooperación con la nueva [administración de EE. UU.], resistiendo la expansión autoritaria y contribuyendo más a la estabilidad y paz regionales”, dijo Lai, respondiendo a preguntas sobre la próxima transición de liderazgo en EE. UU.
Mientras Lai busca fortalecer los lazos con EE. UU., China ha denunciado sus acciones como un intento de reforzar la independencia de Taiwán. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, acusó a Lai de participar en actividades separatistas bajo la apariencia de intercambios diplomáticos.
“Taiwán es una parte inalienable del territorio de China”, dijo Lin durante una conferencia de prensa en Beijing. “No importa lo que digan o hagan, nunca cambiarán el hecho de que China se reunirá y debe reunirse.”
Más allá de la retórica, China ha intensificado su campaña de influencia en el Pacífico. Un incidente reciente en Paraguay, donde un diplomático chino visitante supuestamente presionó a los legisladores para que rompieran lazos con Taiwán, ejemplifica aún más las agresivas maniobras diplomáticas de Beijing. Lai respondió condenando tales acciones, afirmando que las tácticas de China socavan la estabilidad global y el respeto mutuo.
Lai también llamó la atención sobre la creciente alineación militar de China con Rusia y Corea del Norte, advirtiendo que tales asociaciones subrayan la necesidad de que las democracias se mantengan unidas. “Cuando los países autoritarios se reúnen, los países democráticos deben unirse para garantizar la estabilidad y el desarrollo global y regional”, enfatizó.
Con el espectro de los ejercicios militares chinos acechando, Taiwán enfrenta un panorama geopolítico cada vez más hostil. Sin embargo, la desafiante postura de Lai señala la determinación de Taiwán de resistir la presión autoritaria y defender sus valores democráticos en el escenario mundial.