A pesar de una derrota catastrófica 4-0 a manos de Atalanta, el entrenador de la Juventus, Thiago Motta, se mantiene sin disculpas ante los aficionados, argumentando que la pérdida no equivale a su decepcionante salida de la Coppa Italia ante Empoli. El partido, que vio a Mateo Retegui de Atalanta iniciar el asalto con un penalti controvertido, llevó a una aplastante derrota para la Juventus, ya que Marten de Roon, Davide Zappacosta y Ademola Lookman aprovecharon la defensa debilitada.
Motta, en su entrevista posterior al partido, aludió a la complejidad del encuentro, reconociendo la explotación estratégica de Atalanta de sus debilidades. «Anticipamos un partido desafiante contra un equipo dispuesto a capitalizar nuestros errores,» declaró. Sin embargo, esta derrota no disuadió a Motta de mantenerse firme en su creencia de que no fue tan devastadora como la salida ante Empoli.
Tras el penalti, la Juventus, un equipo relativamente joven, intentó recuperar el control pero dejó agujeros enormes en su defensa. «El gol inicial tuvo un impacto psicológico significativo en nuestros jugadores, lo que llevó a un juego desequilibrado que le dio a Atalanta más espacio para maniobrar,» añadió Motta.
A pesar del contratiempo, Motta se mantiene enfocado en el camino por delante, desestimando las charlas sobre el Scudetto. «Aunque estamos decepcionados y tristes por la derrota, la charla sobre el Scudetto termina aquí. Ahora necesitamos reagruparnos y prepararnos para nuestro partido contra la Fiorentina,» dijo.
A pesar de que la Juventus tuvo más posesión del balón durante el partido, su rendimiento dejó mucho que desear, especialmente en comparación con los puntajes de xG y el resultado de 4-0. Las tornas han cambiado drásticamente desde su empate 1-1 en Bérgamo en enero. Motta reconoció la diferencia entre los dos partidos, atribuyendo su derrota al empuje agresivo hacia adelante después del primer gol y a los errores defensivos consecuentes, lo que facilitó el trabajo a Atalanta, un equipo fuerte en contraataques.
En la opinión de Motta, la derrota, tan amarga como fue, no se puede comparar con su pérdida ante el Empoli. «Estas son dos situaciones separadas. La dinámica del juego cambió después del incidente del penal, y no logramos mantener nuestro equilibrio», dijo, atribuyendo parte de su fracaso a la falta de experiencia.
Motta, quien había trabajado anteriormente bajo el mando del entrenador de Atalanta, Gian Piero Gasperini, en Génova, admitió haber sido instruido por su antiguo mentor en este partido. Mientras la Juventus lamina sus heridas y se prepara para su próximo encuentro, la confianza inquebrantable de Motta y las lecciones aprendidas de esta derrota serán, sin duda, cruciales para moldear sus estrategias futuras.